sábado, 7 de abril de 2012

Un Sueño Casi Eterno

PD: Bueno, como dije hace poco, en las redes sociales de Tuenti o Facebook. Desde hace tiempos inolvidables, estoy pensando en hacer la historia de un cómic, hecho en un futuro muy lejano. 
Hace una semana aproximadamente, inicie la aventura y en poco iré colgando un o dos capítulos cada X tiempo en un blog derivado de este y como este "El Rincón de los Lectores" pero aún hace falta tiempo para ello. 
Principalmente, desearía colgar este escrito, tras haber hablado con mi mejor amiga y mejor escritora de Cadiz para mi Jacqueline M. Q, para inspirarme ha hacer este escrito, de entre ella y mi personaje del cómic. Espero que os guste ;) 
Esto va dedicado a ti Jacky.

Un Sueño Casi Eterno

Una pelea se disputo, en los     extensos desiertos del este, dos muchachos, entre ellos nuestro personaje, se disputaban, por la vida de un reino.
Omega, después de caer en la batalla, despertó en una cómoda cama, con la mirada un poco borrosa. No distinguía donde estaba. Y con él, había una muchacha.
Era una preciosa dama, de cabello ondulado, de un castaño pardo, algo oscuro. Llevaba un traje blanquecino, como si se fuera a casar ese mismo instante. Ella muy arreglada y bella, como una diosa caída del cielo. En su boca, siempre se le dibujaba una sonrisa que atontaba a cualquier hombre, con ese brillo especial, su piel fina, y con sus gafas.
-          ¿Do… Dónde estoy? ¡¡¡Urgh…!!! – Al chico le dieron una buena paliza, cuando se enfrontó al bandido ese y esas, eran las consecuencias.
-          ¡¡No te muevas!! Tu cabeza te va a doler durante un tiempo. Descansa un poco – Comento la misteriosa chica, que posó la mano sobre la cabeza de Omega y echo como unos polvos o un poder oculto para hacer dormir al chico.
Al desvelarse el muchacho, poco supo si eso fue real o ficticio de su imaginación cerebral, porque se halló en la habitación de un castillo, con el suelo resbaladizo y reluciente, en una enorme cama de matrimonio y con una chica, que cuidaba bien de él y no parecía enfermara.
Y donde despertó ahora era totalmente distinto de ese mundo o lugar. Todo era desierto, como antes.
Al incorporarse, una voz le llamó y instintivamente, asustadizo, Shichi se giró hacia dicha voz.
Una chica apareció de la nada, sentada como meditara. Omega se alarmó al verla, era idéntica a la muchacha de los sueños, y perdiendo el control, el chico lanzo preguntas concretas.
-          Pe…¿Pero quién eres?  ¿Qué haces aquí? ¿Qué es lo que quieres?
-          Jajaja… ¿no sabes quién soy? Soy la que te ha cuidado esas heridas de tu cuerpo…
-          <<La cabeza…>>- Pensó Omega un instante y después se volvió a ponerse nervioso.
-          Pero… ¿y ese castillo? ¿Dónde está?
-          Esta aquí…
-          ¡¡¡Aquí no hay nada!!!
-          Tu no lo ves, pero estas frente a él
-          ¡¡¿Cómo es eso?!! Solo observo soledad y vacio…
-          ¡Cierra los ojos y imagínatelo! – Dijo directamente la chica.
Omega se tranquilizó, inspiró por la nariz, expulsó el aire por la boca y imaginó esa habitación. Paso un tiempo y no ocurrió nada.
-          Tía, no lo consigo, esto es una estafa.
-          Tú espera un poco… ten un poco de paciencia.
Una difusión óptica se apreció de la nada, y ambos muchachos se adentraron en las posaderas del castillo. Concertando, en una sala enorme de baile. Shichi quedo boca abierto al ver las inmensidades de ese palacio, mientras que la chica se quejaba, porque Omega se imagino a la chica ligera de ropa.
-          Ejem! ¡¿Puedes volver a ponerme la ropa anterior?!- Dijo un poco enojada
-          Perdón… ¿vos como se llama? – Preguntó Omega, mientras que de su imaginación brotaba el traje blanquecino de casamiento para la chica.
-           Soy Jacqueline, princesa de este reino de imaginación…- Omega quedo impresionado al oír esas palabras y al observar su nuevo traje más galante, que le puso Jacqueline  para ese evento.
-          Casi cada día hay eventos de bailes, concursos y demás juegos… desea acompañarme
-          Encantado Jacky, yo soy Omega, Shichi Omega…- Se presentó Omega como solía hacerlo los antiguos 007 de las películas como Roger Moore, Pierce Brosnan, Sean Connery
 La música inició, cuando Ambos muchachos pisaron los suelos de la sala y un melódico sonido salió de las impenetrables paredes y la iluminación que expulsaba los muros de esa sala, eran de oro.
Shichi, al sentir esas hermosas notas cantar, cogió la mano de Jacqueline, se fueron corriendo a la sala de baile y a partir de ahí, colocó las manos de la chica en los lugares donde se debía aferrarse y él hizo lo mismo con sí mismo. Jacqueline y Omega emprendieron su vals.
-          Has dicho que tu eres la princesa de este reino ¿no? Así, eso significa que tendrás padres y que serán reyes de estas tierras ¿no? – La chica negó con la cabeza y respondió a la pregunta
-          Yo no tengo padre, ni madre, mi familia es esta gente que se aprecia en la fiesta, creada por mi imaginación. Eso no significa que sea una diosa, ellos tienen sus vidas, igual que yo tengo la mía, soy princesa porque siempre organizo estas fiestas y el pueblo me ha elegido como una alcaldesa…
-          ¿Ah sí? Eso debe ser magnifico, una sociedad debe regirse por alguien a que pueda regir el orden en un lugar…
-          Pero eso es muy cansado, tenlo en cuenta. Por cierto ¿Vos no sois de estas tierras, ni siquiera de este mundo?
-           Eso es cierto… Soy de un mundo azul, a saber de cuantos años luz de aquí… un minúsculo planeta en medio de un enorme universo…
-          Waaao… interesante, así estoy tocando manos extraterrestres…
-          En cierto modo… si.
-          Pero esto no llega a ser real del todo. Es solo un sueño…- Jacky puso una cara entristecida mientras decía eso.
-          ¿De verdad? A mí me parece bien real esto
-          Tu subconsciente tiene la delicadez de sentir cosas. Cuando estuviste medio muerto en medio del desierto, yo conecte a tu mente y medio dormido, viste lo que viste.
-          ¡¿Qué?!
Ese mundo de fantasía se rompió de golpe y la chica empezó a desvanecerse poco a poco.
-          Omega, por favor, libérame de este eterno sueño, deseo despertar a la de ya…  
-          ¿Pero cómo puedo hacerlo? ¿Dónde te puedo encontrar Jacqueline?
-          Yo… - Desvaneció finalmente
Omega pensó en algo después de desaparecer Jaqueline de su mente, debía ir a ciudad central, ahí encontraría grandes provisiones para su viaje y grandes ayudas a sus dudas.
- No sé cómo surgió eso, pero si realmente existe Jacqueline, debe ser que no es  feliz. Te juro que te haré feliz al precio que sea. Lo juro por Snoopy -

lunes, 2 de abril de 2012

!Ala Fenix¡

!Ala Fenix¡

La vi, la observe, y la única palabra que me salió de la boca para describirla fue "magnifica".
Tenía unas alas, rojizas, un poco oscurecidas. Que impresionaban y maravillaban tan solo verlas, tan resplandecientes y hermosas. Como las aladas plumas de un águila imperial o aún mas. Las de un halcón.
Ella tan presumida, enseñando parte de sus tatuajes, pechos y cuerpo, ocultos con un bikini ennegrecido y un traje enrojecido, del mismo color que las alas, como el uniforme de una colegiala japonesa, de las típicas escuelas privadas.
Falda roja, de un extremo bajo un par de rayas color metalizadas, con un blanco/ rojizo y camisa. En los extremo de los botones, una fina capa de unos 12cm roja pura, y rayas negras.
Ella vestía así, con unos guantes de cuero y su arma. Una extensa vara excéntrica, de color marrón claro, tirando a un plateado apagado y diferentes rubíes implantados en ella.
En sus bordes, una base de hierro, un tanto hueco, al parecer, con varios clavos redondos insertados.
En el palo de la vara, se aprecia, varios dibujos expresando unas finas lineas a lo largo y finalizando abajo como unas lagrimas, como si perfilaran, caracterizando unas columnas romanas. Por la mitad superior, un estilo de cartucho, representando el limite, para agarrar la brutal arma de 18kg, el mango y la detallada maza de la vara. Una bella diosa alada, sujetando como una decreciente luna, con esos rubíes ovaladas y distintos signos astrales.
Físicamente, la muchacha era, delgada, de 1,65cm aproximados, morena de cabello largo y liso, ojos negros, bella, media pálida, con un pircing en el lado izquierdo de la nariz, seguido de una fina pequeña y oscura cadena, que destinaba a unos cuernos que le sobresalían por encima de las patillas y las orejas.
De su mano derecha, donde se aferraba al báculo, salían unas cadenas de hierro, que se movían como una serpiente, a voluntad de la chica, y en el cabo de las dichas cadenas, un puntiagudo alfiler amplificado, como si fuera una cuchilla, con un grabado en cada uno de ellos.
Ella levitaba como si nada pasará, como si el mundo no tuviera gravedad. Pero en el mismo suelo que ella levitaba, había un conjuro, un hechizo hecho por alquimia barata, que quizás, o lo mas probable que pensará a primera impresión, que le permitiera mover a libertades, su cuerpo y sus armas.

Cegado de odio

OFF: Primero de todo, desearía comentar y disculparme por ese largo tiempo en que no he entrado, ni he mejorado/ modificado el blog de escritos que cree hace cosa, de otros largos meses, intentare entrar y escribir algo de vez en cuando y siempre que pueda hacerlo ^^ gracias a vosotros, mis rincolectores, todo esto es posible.


Cegado de odio


Mi dulce vida es devorada por la ceguedad del odio y el rencor de la gente. Que se reencarna, igual que lo hicieron hace unos ocho años y tuve que soportar durante esos eternos días.
Las vidas recién atrofiadas de ese entonces, se manifiestan por culpa mía, llevadas por la vil piel del demonio, que es lo imperdonable.
Mucho tiempo a transcurrido, y muchos recuerdos me han dolido. Pero ya no es hora de huir, luchare para proteger el dolor que me han causado. Protegeré las confianzas que tuve con esos amigos, que les he fallado. Será hora ya, de defenderme por mi mismo.